El exceso de control por parte de los líderes de la organización da poco espacio para que la persona tome iniciativas y asuma riesgos.  El trabajador se conforma con hacer lo que le piden y no van más allá de lo establecido.

Uno de los factores claves del desarrollo del personal está relacionado con el sentido de responsabilidad e iniciativa. Para fortalecer estas habilidades se  requiere educar al trabajador para que asuma autónomamente las decisiones y desafiarlo ante nuevos retos a la vez que se lo acompaña en aquellos aspectos donde tiene carencia o inexperiencia.

Es necesario promover un estilo de trabajo en el que la  persona se desarrolle sin generar dependencia de su jefe inmediato. Si bien en algunos casos es necesario dar normas fijas es más beneficioso en el largo plazo brindar criterios de orientación para ser aplicados flexiblemente según diversas situaciones.  Cierta autonomía en la toma de decisiones ayudará al trabajador a madurar y palpar el impacto positivo de sus aportes o  asumir las responsabilidades de sus equivocaciones.  El líder debe estar atento para acompañar dicho proceso de aprendizaje.

Adicionalmente es importante precisar con claridad lo que se espera del trabajador. Muchas veces las expectativas que el jefe tiene del personal no ha estado claramente especificada y esto da pie a ambigüedades o sensación de injusticia el momento de las evaluaciones.

En todo sistema de evaluación debe estar incluido la rendición de cuentas y cumplimiento de objetivos.   Lo ideal es que esto se realice no sólo al final, sino durante distintos momentos del proyecto.   Esto permitirá al líder tomarle el pulso al proceso de aprendizaje sin quemar etapas o dar responsabilidades para los que la persona todavía no estaba preparada.   En otros casos, más bien es necesario impulsar a que la persona salga de su zona de comodidad y desarrolle el potencial que el trabajador tiene.

La combinación entre la recta autonomía, el acompañamiento en el aprendizaje y la claridad del horizonte a conquistar permitirá a cada miembro de la empresa madurar en su proceso de desarrollo.